Aestas alturas del partido estoy seguro de algunas cosas, dudo de la mayoría, hay certezas sin pruebas en las que debemos creer, no por fé, si no como senda riesgosa que vale la pena seguir. Y si tenemos claro que la secretaria del auditor cachondo tiene mas ganas de que la meta su buena polla entre las tetas, por el coño y de homenajearle con magnas y celestiales pajitas de culo, no te queda otra que confiar en esa certeza supuesta, osada, aventurada, que debe venir, a pesar de la injusticia universal, culminada con gran recompensa.
Lo mas probable es que a esta hora el cachondo del auditor cachondo, se esté fumando un Montecristo recostado en la habitación del Hotel de enfrente del curro después de la faena, mientras la secretaria gozosa, se lava un poco el coño, el cachondo está feliz con la habitación desordenada (y eso es mucho), las urgencias del tremendo calentón, se ven en la ropa tirada por el suelo, el gesto, las bocanadas del habano y la copa de coñac del cachondo, es una estampa magnífica.
La batalla ha sido terrible, como buena auxiliar del cachondo, le conoce perfectamente, no sólo en su aspecto mas profesional, si no en todas sus facetas personales, siempre sabe a quien y cuando enviar flores, los gustos, las costumbres, los horarios, los vicios secretos y todos los defectos y alguna virtud de nuestro chico.
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